INFIDELIDAD
¿Cómo ha podido hacerme esto?
Cuando hablamos de infidelidad, hablamos de un concepto muy amplio; un concepto que incluso en algunas ocasiones puede llegar a confundirse con los celos.
Pero, ¿qué entendemos por infidelidad?
Dependiendo de cada persona, se puede “sentir” la infidelidad desde una simple conversación entre amigos que se ha ocultado a la pareja hasta el caso extremo de las relaciones sexuales a escondidas.
Es muy frecuente que aparezca en nuestra mente aquello de: “Mi pareja me ha sido infiel”. Y una vez que aparece este sentimiento, la duda es algo que puede corroer y gangrenar la relación.
Sea cual sea el nivel en el que se establece la infidelidad, muchos son los motivos que pueden conducir a ella, pero todos parten de la misma base: la insatisfacción personal, que puede ir desde una sentida falta de comunicación, rutina o conflictos sin resolver tanto personales como de pareja.
La infidelidad contrastada, aunque sea en la imaginación, es un suceso devastador para una relación. Siempre es percibida como una traición. Algunos la definen como “una bomba que arrasa con todo y sólo deja vacío y dolor”. Con ella desaparece la confianza y se rompe ese pilar fundamental en el que se creó la relación.
En cualquier caso, la infidelidad sentida, la infidelidad experimentada y no tratada adecuadamente, representa un serio problema y un fuerte sufrimiento para la pareja, llegando a ser una de las principales causas de divorcio, aunque también es cierto que no todas las parejas que la sufren se rompen.
El proceso tanto de recuperación, de reconciliación o de separación, resulta complicado y salvo en contadas excepciones de personas muy conscientes y racionales, es necesaria la intervención psicológica.
En la infidelidad influyen no sólo los factores internos, sino que en este caso más que en ningún otro, pesa la vergüenza y el miedo a la valoración y opinión del entorno cercano obstaculizando seriamente cualquier vía de solución. Los tópicos, estereotipos y calificativos culturales, pueden llegar a ser una losa insalvable si no se sabe cómo afrontarlos.
Otra de las amenazas de la infidelidad, es que la autoestima de la persona “engañada” puede quedar muy dañada dejando cicatrices que harán muy difícil una posterior convivencia sana.
Puede ser que estés teniendo dudas sobre tu pareja, que temas estar viviendo esta situación e incluso que tengas la certeza de estar viviendo una infidelidad. En cualquier caso, cada minuto que tardes en buscar ayuda irá en contra de tu salud física y emocional.
No lo dudes, acude a un psicólogo experto antes de tomar cualquier decisión.
Por cierto, si eres tú la “persona infiel”, es casi seguro que estés sintiendo algún tipo de malestar.
El ocultamiento, poco a poco se irá haciendo más pesado, doloroso e insostenible. Por ese motivo, la ayuda de un profesional para vivir esta situación y tomar decisiones, será fundamental para tu bienestar y tu futuro.